jueves, 19 de agosto de 2010

El miércoles 18 de agosto se presentó el Consejo Nacional de Lectura en el Palacio Sarmiento

Que el libro llegue a la gente

La Encuesta Nacional de Lectura será el puntapié inicial de una serie de proyectos que integrarán todas las iniciativas para acercar los libros a la ciudadanía.


Por Silvina Friera


18 de agosto

Goteo, insistencia y madurez. El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, se detiene en este trío de palabras que conforma la gramática de una gestión. Por primera vez se creará un Consejo Nacional de Lectura, integrado por ocho organismos gubernamentales que coordinarán acciones y políticas de Estado para la promoción de la lectura. Durante la firma del convenio –hoy a las 10.30 en el Palacio Sarmiento, Pizzurno 935– se anunciará la materialización de un viejo anhelo: la realización de una nueva Encuesta Nacional de Lectura, que arrancará con el trabajo de campo en octubre. Y se presentará, además, el nuevo sitio oficial: http://www.lectura.gov.ar/, donde se podrá acceder al Mapa Nacional de Lectura, que reúne información sobre bibliotecas escolares, especializadas, populares, bibliotecas de escuelas que trabajan en contextos de encierro y las editoriales, librerías y periódicos digitales de todo el país, entre otros recursos. “Lo novedoso es la articulación de esfuerzos en una instancia de organización superadora que integrará a todos los programas y planes de lectura. No somos amantes de los convenios vacíos para las fotos”, dice Sileoni a Página/12.

“El Consejo permitirá articular acciones y unificar recursos. Una encuesta de lectura nos permitirá conocer cuán cerca están los chicos de los libros y la relación de los adultos con los libros”, subraya el ministro. “Hemos llegado al Consejo por maduración. Esto no se podría haber hecho en 2003. Fue un laburo de goteo, de insistencia y de madurez”, resume Sileoni. Los organismos que integrarán el Consejo Nacional de Lectura son el Ministerio de Educación –a través del Plan Nacional de Lectura, la Biblioteca Nacional de Maestros y el Mapa Educativo Nacional–, la Secretaría de Cultura –Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), Programa Libros y Casas y Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA)–, el Ministerio de Desarrollo Social –Plan de Seguridad Alimentaria, Programa Primeros Años y Familias y Nutrición–, el Ministerio de Salud –Programa Primeros Años–, el Ministerio de Trabajo, Radio y Televisión Argentina S.E. y la Biblioteca Nacional.

No hay mejor nave que un libro para viajar lejos. Pero esa nave no tiene piloto automático. Se requiere un puñado de competencias fundamentales para manejarla.

Margarita Eggers Lan, directora del Plan Nacional de Lectura, pondera la creación del Consejo Nacional de Lectura, que integrará todos los planes y programas orientados a promover la lectura. “La unión de acciones potencia al Estado como promotor de la lectura”, destaca la directora. Sobre la Encuesta Nacional de Lectura señala que es “un viejo anhelo por el que venimos peleando”. Eggers Lan comenta que este trabajo, que tiene como antecedente la Encuesta Nacional de Lectura y Uso del Libro elaborada en 2001, ofrecerá “una mirada polisémica sobre la lectura”. Los resultados finales, que se presentarán el próximo año, permitirán acceder a un mayor conocimiento de la población y su relación con la lectura. Anticipa que habrá una muestra específica para la franja etaria de 0 a 6 años, especialmente en los hogares más vulnerables. “Necesitamos conocer la actitud de los padres respecto de la lectura y la de los adolescentes con las nuevas tecnologías”, precisa la directora del Plan. “Creo que se está recuperando el valor simbólico de la lectura, aunque todavía falta mucho por hacer”, admite Eggers Lan.

“La pregunta por la lectura sigue siendo uno de los mayores problemas de la cultura nacional: qué se lee, cómo se lee, qué efectos produce la lectura en las escuelas y qué planos de lecturas están en la lógica de los medios”, plantea Horacio González, director de la Biblioteca Nacional. “Los países se forman con lecturas que no pertenecen a los aparatos de divulgación escolar. El lector atemporal –que lee lo que le conmueve de cualquier época– es un lector que no está en los planes pedagógicos ni en los medios de ningún país”, reflexiona el sociólogo. “El estado de la lectura y de la lengua es una discusión formidable”, agrega González. “Es un error pensar que llegaste a la meta cuando entregás libros o lanzás un Consejo Nacional de Lectura”, advierte Sileoni. “Empezaste algo; pero hay que lograr que se cumpla. Somos optimistas. No firmamos un convenio para salir en las fotos.”

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