El domingo último, aprovechando la
fresca y soleada tarde, desde las 16,00 hs. estuve compartiendo libros y
lecturas con niños y niñas de Villa Emilia, en la portuaria localidad de
Barranqueras.
Prof. Oscar Yaniselli compartiendo lecturas con niños y niñas |
Prof. Oscar Yaniselli...leemos este libro? |
Prof. Oscar Yaniselli y docente mediadora compartiendo libros y lectura |
Acompañado por Sandra Margoza, una docente y lectora voluntaria
de esta populosa barriada, disfrutamos leyendo en voz alta, para un grupo
gratamente demandante de pequeños lectores y lectoras, varios títulos de
reconocidos autores de literatura infantil.
Cerca de las 19,00 hs. cuando el
sol empezaba a limitarnos la luz natural, les obsequiamos a cada uno de los
presentes, incluyendo a sus familiares, diversos ejemplares de publicaciones
literarias editados por Plan Nacional de Lectura, para que continúen
deleitándose de la experiencia lectora en sus hogares.
Prof. Oscar Yaniselli en jornada de lectura al aire libre |
Prof. Oscar Yaniselli |
Sabemos que cuando un adulto les lee a
los niños -y especialmente si lo hace de manera regular-, éstos descubren progresivamente
que los textos tienen significados, que los libros contienen historias
interesantes, que cada relato esta construido con palabras o frases que, si el
lector adulto los comparte con asiduidad, con el tiempo les serán familiares y
podrán incorporarlas a su propio léxico, diversificando su capacidad
intelectual y comunicativa.
Prof. Oscar Yaniselli leyendo libros de las colecciones de aula |
La lectura en voz alta incrementa y pone en acción
el vocabulario mental y real de los niños, favorece la creación de imágenes
mentales (es decir, estimula la imaginación), lo que les permite -básicamente-
comprender, valorar y apropiarse, de forma afectiva y eficiente, de las
diversas historias que escuchan. Y al comprender, disfrutan. Y si disfrutan,
naturalmente la práctica se tornará asequible y comenzarán a demandar su
repetición.
El libro empieza a convertirse -de este modo- en una especie de
espejo, donde cada niño puede contemplar, recrear o reconstruir una gran parte
de su propio mundo interior. Allí comienza su historia como lector...un
historia interminable, que se confundirá con su propia vida.