martes, 25 de agosto de 2015

¡¡¡Feliz Día para todos los grandes y pequeños lectores y lectoras del Chaco!!!

El Día Nacional del Lector se instituyó a través del Congreso de la Nación por medio de la Ley 26.754. El reconocimiento a la obra y a la trayectoria del escritor Jorge Luis Borges es más que oportuna, porque el autor de El Aleph se ha ganado el reconocimiento indiscutido -como lector y escritor- tanto de la literatura nacional como universal.

En los fundamentos de dicha ley se recuerda un poema de Borges titulado “Un lector”, en el que da cuenta lo siguiente: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mí me enorgullecen las que he leído”. No es casual que todo escritor se considera así mismo antes como un lector. De hecho no hay actividad creadora que antes no tenga a la lectura como fuente de creación original.
En el Día del Lector (24 de agosto, fecha del natalicio del más admirado de los escritores argentinos) ya no es solamente importante recordar a un lector-escritor impar como Jorge Luis Borges, sino a la práctica de la lectura como tal. Es gracias a la lectura donde el saber además de acumularse se comparte, se expande y se transmite. Promover la difusión y el acercamiento del libro es siempre un factor de enriquecimiento cultural y educativo y un signo inequívoco de inclusión social.
Un planeta para leer (ilustración de Phoênix)

Es oportuna esta fecha, porque permite estimular –entre niños, jóvenes y adultos- la necesidad de descubrir el placer de la lectura. Una sociedad que genera puentes para que los libros estén al alcance de todos, es una sociedad con esperanzas y futuro. Enseñan los expertos que la lectura proporciona información, es decir, instruye. Que la lectura forma, es decir, educa. Y que todo lo hace con hábitos saludables que favorecen la actitud crítica, reflexiva, analítica… y además entretiene y genera placer.
Leer es dialogar con el autor… pero también con el mundo que nos rodea. La lectura además es una actividad que puede realizarse en cualquier tiempo y lugar.
La lectura es el primer umbral para acceder a la escritura y todo lo que ello implica. Por eso es un poderoso instrumento de aprendizaje, que además desarrolla las capacidades cognitivas superiores como la reflexión, la crítica, el análisis… la conciencia.
Hay que celebrar el Día del Lector, justamente para que la lectura sea ese acto cotidiano, generoso, esa práctica amigable que permite expandir los saberes, indispensables para capitalizar más y mejor la tecnología, los conocimientos, las experiencias, los lenguajes disponibles y asumir así una actitud ciudadana más rica, plena, crítica y activa.